A la hora de seleccionar los programas más apropiados para el trabajo con el alumnado con TDAH debemos tener en cuenta además de sus características diferentes aspectos a la hora de seleccionar el software para TDAH, que siguiendo a González Rus, G. y Oliver Franco, R.
1) Refuerzo Social: Consideramos muy positivo enfocar la asistencia al Aula de Informática como actuación a la modificación de la conducta del individuo, abordado desde la perspectiva social. Queremos decir que la respuesta informática para controlar la conducta del niño ha de venir respaldada, no como respuesta al individuo, sino a sus compañeros, puesto que el apoyo que de estos recibirá posteriormente será más duradero y además les posibilitará una mayor comprensión de la conducta del niño con TDAH.
2) Responsabilidad: Otorgar funciones y responsabilidades al alumno durante el desarrollo de la sesión de informática le confiere mejora en su autoestima y la integración social. Al tiempo se plantea como una actividad complementaria y que nos permite controlar su conducta. Podemos confeccionar una lista de funciones, pues aunque para nosotros no tenga importancia, para el alumno ser encargado de una tarea le crea un prestigio social. Podemos realizar un cuadrante (economía de fichas) en donde indiquemos las responsabilidades y funciones: encargado de la llave del aula de informática, encargado de encender y apagar los ordenadores, encargado de elegir el programa informático con el que se trabajará o el juego con el que finalizamos los últimos minutos cada sesión.
3) Pasos Secuenciales: Naturalmente será tarea del tutor establecer cuales van a ser los pasos secuenciales que vamos a llevar a cabo con el alumno a la hora de poner en práctica esta experiencia. Estos pasos secuenciales deberán de tener en consideración la realización de actividades tanto antes como después de la utilización del aula de informática.
4) Economía de fichas: Si combinamos la presencia de la informática como un refuerzo secundario que se ofrece para el control de la conducta con el sistema de economía de fichas, conseguiremos excelentes resultados y logros en el alumno.
5) Colaboración con los compañeros: Como indicábamos anteriormente a la hora del refuerzo social, el apoyo que el alumno reciba de sus compañeros – bien ayudándole a conseguir más minutos de asistencia al aula o proporcionándole mayor nº de puntos – repercutirá más eficazmente en la mejora de su conducta. Pues como dice Sánchez Montoya (1997): “El uso del ordenador debería, por su propia naturaleza, invitar a los estudiantes a compartir las responsabilidades (las tareas) más que a competir”. Este tipo de colaboración podrá ser de dos tipos:
· En beneficio del grupo que obtienen puntos por no responder a las conductas negativas.
· Actuando en parejas en la resolución de tareas y ejercicios ofrecidos por el ordenador.
6) Coordinación de padres y escuela: La hiperactividad se manifiesta en todos los momentos y lugares, por eso sería ilógico pensar en llevar a cabo un programa de control de la hiperactividad por medios informáticos en el centro escolar, sin contar con la situación familiar. Lo importante es generalizar el aprendizaje en todos los momentos del día. Por tanto, iniciar este, como cualquier otro proyecto, deberá ser notificado a los padres y solicitar su actuación conjunta, al tiempo que animarles a continuar la línea de actuación seguida en el aula. Si se dispone de este tipo de colaboración, será más constante el método de control de la TDAH[1].
Siguiendo a estos mismos autores las características ideales de software para el alumnado con TDAH son:
§ Motivador: La motivación viene precedida por la presencia de alguna de las cuestiones siguientes: Sencillas melodías de ritmo, que atrae la atención del niño; La presencia de un personaje, de marcado aspecto infantil, que hace de hilo conductor del programa: voz agradable, gestos y conducta dirigida a un tipo de edades muy concretas,…
§ Actividades Lúdicas: La tarea la debemos afrontar como un juego para evitar caer en la monotonía. Por propia experiencia, aconsejamos dedicar los últimos cinco a diez minutos de la clase con otros programas de aspecto más lúdico: dibujar, laberintos, etc.
§ Sin excesivas Animaciones: El exceso de animaciones cada vez que se inicia una actividad, a parte de enlentecer el buffer del ordenador, dispersa la atención del niño con lo que distrae de la actividad principal a realizar, esto no quiere decir que no se haga preciso la aparición de animaciones, como por ejemplo al cargar el programa, después de realizar la actividad correctamente (refuerzo auditivo-visual). En este sentido el programa de cálculo de la serie Matemanía de Edicinco (imagen), presenta pequeñas animaciones que llaman la atención del alumno en cuanto a la selección de las actividades, pero una vez formulados el ejercicio estas zonas activas de la pantalla permanecen inactivas – no manifiestan animaciones – e incluso bloquean dicha animación para que por error no sean activadas por el niño. Una vez realizado el ejercicio se activan nuevamente los botones “comprobar” y “siguiente ejercicio”, estableciéndose lo que llamaríamos una actuación guiada.
§ No frustración al error: Por tratarse de personas de baja autoestima, que abandonan la tarea a la primera muestra de fracaso y remisos a la reiniciación de la actividad, debemos concebir la utilización de programas informáticos que establezcan los logros más que los errores. Existen, por tanto, una serie de programas informáticos que animan al alumno cuando este se ha equivocado en su respuesta, no ofreciendo un sonido (refuerzo auditivo aversivo), sino más bien una frase similar a “vuélvelo a intentar”.
§ Grado de Dificultad asequible a su aprendizaje: Un programa cuyos contenidos sean inalcanzables para el niño le llevarán al error continuado y por tanto al abandono y desinterés por la tarea. Un programa inferior a su nivel de aprendizaje, creará ánimo en los primeros momentos, pero acabará en aburrimiento por ser excesivamente sencillos los ejercicios. El profesor deberá tener un nivel de conocimiento no sólo del hardware, sino del software. Ante este hecho aconsejamos al tutor que disponga de una escala valorativa de software, con lo que podrá conocer las características, objetivos, contenidos y los requisitos del software que está utilizando.
§ Agenda de Deberes: Algunos programas informáticos disponen de una pantalla inicial o mapa gráfico, en la que ofrecen al alumno una visión general de las actividades que está realizando, sería una especie de mapa general del trabajo a realizar.
§ Actividades que favorezca la tranquilidad: Si uno de los principales problemas de los niños hiperactivos es el movimiento corporal incontrolado, deberemos de procurar buscarle programas que no le inciten al movimiento incontrolado, que no despierten su actividad motora. En este sentido eliminaríamos: juegos de acción, programas que presenten una música de fondo alta o con refuerzos auditivos estridentes,…
§ Verbalizaciones Guiadas: Siguiendo la corriente cognitivo-conductual, consideramos necesario enseñar al niño a llevar a cabo auto instrucciones referidas a la actividad que está realizando. Estas verbalizaciones o instrucciones sobre la actividad que realiza en un primer momento las habrá llevado a cabo el tutor en su aula, y posteriormente en la sala de informática, haremos uso de programas informáticos en los que se ofrezca al alumnado en cada pantalla de forma verbal la actividad que debe realizar, cómo la ha de hacer, qué pasos debe efectuar...etc. Nos encontramos con programas en donde el personaje principal de la historia nos expresa qué hemos de hacer en cada una de las pantallas, referidos anteriormente. En otras ocasiones hemos de activar un botón con forma de altavoz o interrogación o bien al pasar las páginas se activa automáticamente la verbalización, pero si deseamos volver a escucharla, aparecerá una imagen en uno de sus extremos con forma de altavoz u otra forma conocida.
§ Autoevaluación Reforzada: Sin lugar a dudas un sistema que nos permite observar nuestros procesos y analizar nuestros errores, nos va a ofrecer una revisión de nuestra evaluación. La evaluación llevada a cabo por el ordenador no sólo va a servir para el docente, en el sentido que va a dar conocimiento del grado de cumplimiento de los objetivos programados, así como de la necesidad de modificar (ampliando o reduciendo) el nivel de adquisición de los contenidos trabajados, según cada caso. Base fundamental para una posterior revisión de la programación. Sino que va a servir también al alumno, pues le ofrece un perfecto feedback de sus progresos. Con ello el alumno se refuerza su deseo de aprender y comprueba el grado de consecución del área. Algunos programas como Aprende a Leer con Pipo o Matemáticas con Pipo, o incluso la Serie Lalo y Matemanía de Edicinco, incorporan una representación gráfica en % de la consecución de los ejercicios respondidos correctamente (imagen).
Teniendo en cuenta estas características podremos seleccionar el software más adaptado a nuestro alumnado con TDAH. Obteniendo así mayores niveles de atención por parte de esto y por tanto mayor eficacia en su aprendizaje. Finalmente debemos destacar también el software de lector de pantalla que ayuda al alumnado con TDAH a reforzar su lectura.
Un lector de pantalla es una aplicación software que trata de identificar e interpretar aquello que se muestra en pantalla. Esta interpretación se representa a continuación al usuario mediante sintetizadores de texto a voz, iconos sonoros, o una salida braille.[2]
Estos están diseñados especialmente para personas con discapacidad visual, pero un uso adecuado de ellas puede ayudar al TDAH en la concentración de la lectura.
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